Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.
Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA
(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro
Comentario
Capítulo 65
En este capítulo tratará la coronaçión del rrey Ahuitzotl Teuctlamacazq, del batorio de pies y la endiablada carniçeria se hará de los cautiuos, y de la çelebración del nueuo año, que llaman nahui acatl, año de las quatro cañasPara abeer de çelebrar esta fiesta, y con rrazón diremos crueldad ynhumana, llamó Çihuacoatl a todos los calpixques, de cada pueblo el suyo, los tienen a cargo, a que fuesen a cobrar los tributos de cada un pueblo cumplidamente, con breuedad, de mantas, rropas, calçado, cotaras doradas, plumería, abes, gallipauos, pabas, maíz y los demás en este caso menesterosos, maíz y rrosas, flores perfumaderas, todo lo a ello pertenesçientes. E mandóles a los calpixques, (mayordomos), por Çihuacoatl, que el mayordomo que cunplidamente no lo tubiere todo a punto, que an de ser desterrados del ymperio mexicano ellos y sus mugeres, hijos y toda su parentela y rraíz de su origen y propinco. Y lo propio fueron abisados los conponedores de rrosas, flores, perfumaderos, y los hazen las canastillas de caña muy labradas para las tortillas (tamales) y canastillas para fruta. Lo propio a los loçeros labran la loça, molcaxetes y asentaderos de los perfumadores, y los sahumadores y los plateros de oro para labrar braçeletes, orejeras, beçoleras y las tres coronas que an de rremudar el rrey y las coronas de los otros dos rreyes. Y a todos los çitados, con las mesmas penas se temieron en gran manera, que dio espanto la gran çiudad de Tenuchtitlan Mexico, y así, començaron luego a labrar al doble y muy mejor que nun [85v] que nunca abían labrado a rrey nenguno su coronaçión. Y asimismo hizo llamar a los prençipales de los quatro barrios llamados TIaacateecatl tiacauh, Huitznahuac tiacauh, teahcauh, Çihuatecpan tiacauh, Tezcacoac tiacauh, Yopico tiacauh. Benidos todos, les dize: "Ya sabéis es benido el tiempo de la coronaçión y fiesta de buestro rrey y señor, uro nieto Ahuitzotl, una cacabeça o calaberna llamada teocuauhtli se a de quemar el día de la gran fiesta a la media noche; y an de ser quatro días de esta çelebraçión y quemazón, ha de durar el fuego cada día y cada noche, y con muy suaues cantos y diferentes dorar el teponaztle y atanbor, y mucha rramadas con rrodelas blancas y berdes de tule, uno puesto, otro quitado, uno en cada día. Y desde agora aperçibí a los monteros de los montes que la tea (ocote) para alunbrar quarenta días arrea tengan muy abundante, la lumbre o luminaria llegue a los pueblos de Tezcuco, Xochimilco, a los çerros de Tacuba". Rrespondieron que estauan prestos a lo ansí guardar y cumplir, que este es el castigo y doctrina de los mançebos y lo que an de ser obligados a hazer, para que tiendan que se llama esto "yn napechco, xochicalco, y tlaahuiltetzin" (que es dezir el lugar, asiento, aposento florido, çercado de flores, alegría del señor y nro rrey), lo qual se cunplirá sin eçeder dél".Tras esto, llamó Çihuacoatl a los tlamacazque, saçerdotes, a todos les dixo: "Mirá, hermanos y señores, que esté el templo de Huitzilopochtli muy adornado, linpio, adereçado de todo punto, y hagáis un altar, llamam acxoyatl, que llaman por otro nombre oyametl, que a de ser lo más de él adornado de hojas de açiprés montesino, y los ynçensarios (tleniaitl) para el sahumerio de la persona del rrey Ahuitzotl, se le bende a él el fuego y humo dél". Rrespondieron heran muy contentos, que será con toda la breuedad posible, para que asimismo sepan y tiendan los que ban nasçiendo y creçiendo, sepan y conozcan se llama el templo huitzcalco, casa y aposento de penitençia con espinas y púas de nabaxa y magues, y tiendan es casa de sahumerio adonde está sienpre ençendido y rrelunbrando fuego de señores y prençipales. Hecho esto, començauan ya a traer los calpixques (mayordomos) de todos los pueblos las rrentas y tributos que abían ydo a cobrar de todos los pueblos para el ordinario del señorío y coronaçión del Ahuitzotl, rrey de los mexicanos. Y cunplido todo, llamó a Tlamacazqui Ahuitzotl, díxole un largo parlamento, como ya en sus días del Çihuacoatl se hazía su fiesta y coronaçión, que jamás a los pasados rreyes tal cumplimio de tanta solenidad bieron ni hizieron, porque allá adonde están descansando sus camas, las partes llaman Apochquiahuayocan, en Atlecalocan, en Chicnauhmictlan, que es las partes siniestras, a çurdas del derecho, adonde no ay calle ni callexóm, en el noueno ynfierno escuro, que ya desto están quitados y apartados, "y agora, mançebo, niño preçiado, nro caro y amado hijo, tlamazque mayoral del templo de Huitzilopochtli, que conbidemos en los pueblos de Yupitzinco, [86r] Metztitlan y a los de Mechuacan, bengan a beer esta solene fiesta y çelebraçión de nro templo y ydolo Huitzilopochtli, y asimismo bengan los de las trasmontañas y çerros mexicanos, los de Huexoçingo, Chulula, Tlaxcalla, tliliuhquitepeca y los de Çacatlan, porque sea en mis días y baya satisfecho de esta solenidad, que ya biuiré muy pocos días, de aquí a çinco días o diez, y con esto me lleuará el que es día, noche, ayre, agua, sueño, tiempo". Y con esto que Çihuacoatl dixo, començó de llorar amargamente. Començó Ahuitzotl a le consolar de muy rregaladas palabras y consolaçiones e dixo Çihuacoatl: "Digo todo esto porque los estraños sepan y tiendan que estos bienes y estas rrentas que dan, ellos son con sangre, lágrimas, sospiros, trabaxos, muertes, adqueridos y ganados, y para ellos propios, tan a costa de los mexitin y rreyes pasados, Acamapichtli, Huitzilihuitl y Chimalpupuca, que fallesçió en defensa de este ymperio mexicano, y Huitzcoatl y mi hermano Monteçuma Ylhuicamina y buestro buen hermano Axayaca y buestro segundo hermano Tiçoçicatzin Tlatonac; que con esto yo bea, y a todos los benedizos señores bengan a ber la silla, asiento, lugar de los mexitim, uezinos moradores entre cañaberales y tulares y árboles de quetzal ahuehuetl, árboles preçiados de açiprezes de agua". Y con esto le dho, el rrey Ahuitzotl le rrindió las graçias con muchas cortesías, le dixo que hiziese llamar a los prençipales mexicanos para fuesen biados a los pueblos dhos con las baxadas de conbidados. Y así, llamó Çihuacoatl al prençipal, a Cuauhnochtli, díxole: "Llamá acá a buestros hermanos, a Tlacateccatl y a Tlacochcalcatl y Ezhuahuacatl e Acolhuacatl, Tocuiltecatl, Tezcacoacatl y a Huitznahuatlailotlac y Tlilancalqui". Benidos todos, les propone a cada uno la baxada de cada señor y sus prençipales, el conbite y solene selebraçión de la coronaçión del rrey Ahuitzotl en onrra y gloria, alabança del tetzahuitl Huitzilopochtli. Y bien tendidos todos la baxada de cada un pueblo y señor, fueron dello contentos y se fueron a sus casas a mandar luego el matalotaxe para el camino de cada: uno a Huexoçingo, Cholula, otro mensajero, y Tlaxcala, dos mensajeros, Tliliuhquitepec, uno, Metztitlan, otro, Mechuacan, dos, Yupitzinco, uno, Çacatlan, otro. Partidos y llegados a los pueblos, a los señores sus senados y palaçios les explican la enbaxada de cada uno, dexada aparte la enemistad y guerra, sólo a les seruir y a que, bean la manera de la coronaçión de los rreyes mexitin y çelebraçión del dios de ellos, con las solenidades y tiempo y fiesta, con toda seguridad y poniendo por fiador a su dios tetzahuitl Huitzilopochtli, que por lo adelante estará suspendido el tiempo o tiempos fueren. Llegados a Huexotzinco, estando todos los señores en su palaçio, le explican al rrey Xayacamalchan la baxada. Rrespondieron, dixeron: "Seáis bien benidos, sobrinos mexicanos. ¿Cómo os atreuistes a benir y pasar, que ay muchas guardas en muchas partes y lugares de los caminos?, pero, fin, soy mexicanos. Y lo que sois biados bosotros, tenéis rrazón. Y pues con uras rrazones, palabras significáis las propiedades, usos de la guerra estar aparte, tanbién estamos en ello, que lo propio será o de nosotros o de bosotros los mexicanos; que asimismo para hazer cabeça y señorío nro tanbién estamos a la espera de uras guerras en campo rrosado y florido, de suaues muertes y cautiuos [86v] para el sacrifiçio de nros dioses. Y dexado aparte esto, a la çelebraçión del rrey Ahuitzotl somos contentos de yr allá y aguardános en el paraje llamáis bosotros Xoconquiahuac", que agora llaman los términos de Mexico y Chalco Aztahuacan, que hasta llegan los mexicanos de Yztapalapan. Y fueron bien serbidos los mexicanos y les dieron rropas. Tomada liçençia, fueron de Huexotzinco para Cholula. Llegados a palaçio, preguntan a las guardas si estaua allí el rrey Colomuchcatl. Dixeron que allí estauan todos los señores e dixéronles: "¿De dónde sois? ¿Qué queréis?" Dixeron: "Somos mexicanos baxadores". Fueron a dar abiso a Colomochcatl, el qual, oydo por él, temió, quedó como azogado y dixo a la guardia: "¿Qué dezís? ¿Estáis borracho? Dezí, ¿cómo traron por los caminos? ¿No ay guardas y çentinelas? Dezildes a los mexicanos que qué es lo que quieren o buscan en nras tierras". Dijeron los mexicanos: "A el señor queremos hablar persona, delante de su senado". Dixo Colomochcatl: "trad y dezid lo que quisiéredes". Y los mexicanos: "Traemos enbaxada y es ésta", y luego la enbaxada explicaron paçíficamente, con rruegos y alagos, dexado aparte guerras, disçençiones, sino sólo a la solenidad de la çelebraçión y coronaçión del rrey. Dixo Colomoxcatl, rrey, lo propio que dixo el rrey de Huexoçinco, y con esto fueron serbidos de biandas y fuéronles dadas rropas galanas y fueron despedidos en paz.